![]() |
CONTENIDO
1 ) EMPIRISMOS :LOCKE .
2 ) EMPIRISMO SEGÚN LOCKE.
3 ) EMPIRISMOS DE JOHN LOOCKE RESUMEN DE SUS IDEAS
FILOPSOFICAS.
4 ) TEORIAS DEL EMPIRISMO JOHN LOCKE .
5 ) JOHN LOCKE PADRE DEL EMPIRISMO.
.................................................................................................................................................................
1 )
EMPIRISMO : LOOCKE
Introducción
1Es la segunda gran
corriente filosófica de la Modernidad. Pero cualquier filosofía es empirista si
afirma que todos nuestros conocimientos tienen su origen y valor en la
experiencia, y filosofías así ya las hubo (Aristóteles, Tomás de Aquino,
Ockham...). En este caso nos referiremos al empirismo inglés del s. XVIII,
surgido en respuesta al racionalismo del XVII. Representantes: Locke, Berkeley
y Hume.
. LOCKE
• Biografía: Nac. en
Bristol, 1632. De familia liberal, defendió siempre el liberalismo y los ideales
ilustrados de racionalidad, tolerancia, filantropía y libertad religiosa.
Estudió teología, química y medicina y viajó por Holanda, Francia y Alemania.
Murió en 1704, a los 72 años.
• Obras:
Ensayo sobre el
entendimiento humano (1690)
Dos tratados sobre el
gobierno civil (1690)
La racionalidad del
cristianismo (1695)
1. Negación de las
ideas innatas
Los empiristas rechazan
que existan ideas o principios innatos al entendimiento. Todo nuestro
conocimiento procede de la experiencia, y el entendimiento es como una página
en blanco antes de que la experiencia le proporcione conocimientos. Si hubiese
conocimientos innatos, todos los hombres los conocerían desde siempre y en
todos los lugares; y eso no ocurre.
2. Génesis de las
ideas. El psicologismo
Si todas nuestras ideas
proceden de la experiencia, es necesario precisar cómo se originan todas a
partir de la experiencia y por qué nuestro conocimiento no puede ir más allá de
la experiencia.
• Respecto al origen,
sólo es posible determinarlo por análisis de las ideas más complejas,
descomponiéndolas en sus elementos simples y estudiando sus reglas de
composición/asociación. Es decir: hay que estudiar los mecanismos psicológicos
de asociación y combinación de ideas.
• Realizan así un
platenamiento del conocimiento psicologista. El psicologismo sostiene:
i) el valor de los conocimientos depende de
su origen y génesis; y
ii) esta génesis obliga a estudiar los
procesos psíquicos de la mente humana.
3. Noción de idea en
Locke
El estudio psicológico
de las ideas lleva a Locke a distinguir entre:
i) Ideas simples: Son
átomos del conocimiento, ideas simples que no surgen por combinación de ideas
particulares. El entendimiento se limita a recibirlas pasivamente. Se dividen
en:
a. Ideas de origen
sensorial externo (se origina en la experiencia con objetos exteriores).
• Ideas de cualidades primarias
(figura, tamaño, etc., las únicas que existen realmente en los cuerpos).
• Ideas de cualidades secundarias
(colores, olores, etc.)
b. Ideas obtenidas por
reflexión (las sensaciones que tenemos de nuestro funcionamiento interno:
pensamiento, dolor...).
ii) Ideas complejas:
Las restantes ideas -las complejas- surgen por combinación de ideas simples. En
este caso el entendimiento adopta un papel activo, combinando y relacionando
ideas simples. Las ideas complejas son:
sustancia
modos
relaciones
4. Incognoscibilidad de
la sustancia
De los objetos sólo
percibimos cualidades aisladas, impresiones individuales, sueltas e inconexas: tamaño,
color, olor, figura, etc. El objeto no se reduce a ninguna de esas impresiones,
pero suponemos que debe haber algo por debajo de esas cualidades que les sirva
de soporte -vuelta al sentido etimológico-. La sustancia, como soporte de las
cualidades, es incognoscible, algo misterioso, inespecífico.
Consecuencia: Desconocemos la estructura
profunda y la sustancia de los objetos; sólo conocemos lo que la experiencia
nos muestra de ellos: un conjunto de cualidades sensibles. La experiencia, por
tanto, es origen y límite de nuestro conocimiento.
5. Ontología y
epistemología
A diferencia de
Descartes, Locke nunca dudó de que existiera una realidad exterior a nuestras
ideas. El mero hecho de tener una idea ya supone, según su propia definición de
«idea», la existencia de una realidad exterior que la idea representa. Los tres
grandes ámbitos de la realidad son:
• El «yo», del que
tenemos certeza intuitiva (= «Pienso, luego existo»).
• Dios, del que tenemos
certeza demostrativa (puede demostrarse a partir del principio de causalidad).
• Objetos físicos, de
los que tenemos certeza sensitiva (nuestras sensaciones de objetos exteriores
son producidas, causadas por ellos. Mientras Dios es la causa última de nuestra
existencia, los objetos físicos provocan nuestras sensaciones.
6. La importancia de Locke
en el desarrollo del pensamiento político
Además del
conocimiento, los filósofos empiristas se ocuparon, sobre todo, de política y
moral. Locke tuvo un enorme influjo en el origen de la filosofía política
liberal. Sus ideas fueron recogidas por Montesquieu, se plasmaron en la
revolución americana y en toda la corriente liberal progresista que se opuso al
absolutismo político en el XVIII. Intentó dejar claro (en el "Tratado del
gobierno civil") que si al poder se le atribuye un origen divino, no
podremos sostener entonces que los seres humanos son libres e iguales por
naturaleza, una de las reivindicaciones políticas fundamentales en Locke.
7. Naturaleza y
convención
Como los sofistas,
Locke parte de la distinción entre naturaleza y convención. Antes de establecer
las normas que regirán la sociedad política, es preciso conocer cuál es el
estado natural del ser humano.
En estado natural, los hombres son libres e
iguales entre sí ?recoge la tesis renacentista del hombre naturalmente bueno,
como Rousseau, mientras se opone a la afirmación contraria, recogida por Hobbes
del protestantismo?. Pero en un estado natural donde no existe organización
política, los humanos pueden violar derechos y libertades de los demás -el
hombre no es necesariamente bueno en estado natural-. Sin embargo, en estado
natural la razón ayuda a descubrir una ley moral natural, que impone unos
límites a la conciencia y conducta de los seres humanos.
Además de la ley moral, los hombres poseen
naturalmente ciertos derechos como el derecho a la propiedad, cuyo fundamento
es el trabajo.
8. La sociedad política
Se necesita una
organización política y una ley objetiva que solucione los conflictos y
deficiencias del estado natural. Por tanto:
• Locke no cree que la
sociedad política sea antinatural, contraria a la naturaleza: es, más bien,
algo útil y adecuado para hacer posible el disfrute de los derechos naturales.
• El consenso
constituye el único fundamento racional de la sociedad política. El acuerdo, el
pacto consentido por todos los individuos origina la sociedad política.
Mediante este pacto, formal o implícito, los individuos renuncian a parte de su
libertad para ganar en seguridad, y se someten de buen grado a la voluntad de
la mayoría.
• Los representantes
del poder político reciben del pueblo su poder y son responsables ante el
pueblo del desempeño de su función, que consiste en promover el bien común.
Tales ideas, por vagas
y generales que parezcan, constituyen los principios fundamentales de todo
estado democrático.
................................................................................................................................................................
2 ) EMPIRISMO SEGÚN LOOCKE.
En
su obra Ensayo sobre el entendimiento humano Locke explica con detalles su
teoría del conocimiento empirista. En particular, el filósofo inglés propone la
experiencia como el origen y límite del conocimiento. Para Locke no hay ideas
innatas, el entendimiento humano es como una tabla rasa (papel en blanco) que
se va llenando con los datos provenientes de la experiencia.
El
origen de las ideas en Locke.
Según
Locke las ideas se originan en dos tipos de experiencias, las externas y las
internas. Las experiencias externas producen sensaciones que provienen del
contacto de los sentidos con el mundo externo, de aquí surgen las ideas de
sensación, por ejemplo amarillo, blanco, cálido, frío, etc. Y las experiencias
internas, que nos informan sobre las operaciones de nuestra propia mente, como
son percibir, pensar, dudar, creer, razonar y querer, producen las llamadas
ideas de reflexión.
Tanto
las ideas de sensación como las ideas de reflexión son reunidas por Locke en
una sola categoría denominada Ideas simples. Las ideas simples son las que no
se pueden descomponer en otras. Por ejemplo, el sabor dulce del azúcar es una
idea simple de sensación porque no se puede descomponer en ninguna otra idea,
lo mismo sucede con el olor de la rosa.
Las
ideas simples, dice Locke, son captadas por el entendimiento de un modo pasivo.
Luego la mente elabora otras ideas llamadas complejas a partir de las ideas
simples provenientes de los sentidos. Para producir una idea compleja la mente
realiza una serie de operaciones con las ideas simples, por ejemplo comparar,
separar, combinar y abstraer ideas simples; por ejemplo, en la idea de arcoíris
hay una asociación de colores y formas simples.
Teniendo
en cuenta lo anterior el empirismo de Locke es muy tajante: no es posible ir
más allá de las ideas simples. Lo único que el entendimiento puede hacer es
formar ideas cada vez más complejas con base en los datos que tenemos de la
sensación y la reflexión
3) EMPIRISMO DE JOHN LOOCKE RESUMEN DE SUS IDEAS FILOSOFICAS.
John
Locke: Fue es primer filósofo que articuló las ideas centrales del empirismo
moderno, según el cual hay muy pocos asuntos que puedan resolverse sin una
cuidadosa y ecuánime consideración de las pruebas obtenidas por medio de los
sentidos. Nacido en 1632, redactó sus obras en la época en que la física de
Newton estaba reemplazando la ciencia de Galileo y Descartes, cuyas ideas se
centraban más en la razón que en pruebas empíricas.
Pensador inglés (Wrington,
Somerset, 1632 - Oaks, Essex, 1704). Este
hombre polifacético estudió en la Universidad de Oxford, en donde se doctoró en
1658. Aunque su especialidad era la Medicina y mantuvo relaciones con reputados
científicos de la época (como Isaac Newton), John Locke fue también
diplomático, teólogo, economista, profesor de griego antiguo y de retórica, y
alcanzó renombre por sus escritos filosóficos, en los que sentó las bases del
pensamiento político liberal.
El
Estado según Locke
«Para
mi, el Estado es una sociedad de hombres constituida únicamente con el fin de
adquirir, conservar y mejorar sus propios intereses civiles. Intereses civiles
llamo a la vida, libertad, salud y prosperidad del cuerpo; y a la posesión de
bienes externos, tales como el dinero, tierra, casa, mobiliario y cosas
semejantes.” (.J. LOCKE: Carta sobre la tolerancia, 1689.)
En
sus escritos políticos defendía la soberanía popular, el derecho a la rebelión
contra la tiranía y la tolerancia hacia las minorías religiosas. Según el
pensamiento de Locke y de sus seguidores, el Estado no existe para la salvación
espiritual de los seres humanos sino para servir a los ciudadanos y garantizar
sus vidas, su libertad y sus propiedades bajo una constitución.
Fue
el teórico de la segunda «revolución inglesa» o del pacto entre la alta nobleza
y el bloque burgués parlamentarista. Expuso sus ideas en Carta sobre la
Tolerancia y Tratado del Gobierno Civil. Locke partió de los principios del
derecho natural al igual que Thomas Hobbes, efectuó una abstracción
considerando que el hombre vivía, en una época pretérita, en un estado de
naturaleza en el que no existía ningún tipo de organización social ni política.
En
esta situación o estado primitivo el hombre se regía por unas leyes naturales
básicas, inspiradas en último término por Dios, que le venían dadas por su
razón natural y que son evidentes por sí mismas. Estas leyes o derechos
naturales son el derecho a la vida, a la libertad y la propiedad; pero en esta
sociedad primitiva no existía nadie, ninguna persona, ningún organismo, ninguna
institución que velase por su cumplimiento.
Sin
embargo, la visión que tiene Locke de este estado de naturaleza y de la
psicología de la especie humana es menos catastrófico, menos pesimista que en
Hobbes. No es una guerra de todos contra todos ("el hombre es el lobo del
hombre"). El hombre debe velar por estos derechos y defenderlos frente a
quienes los incumplen; en consecuencia, y como corolario de los derechos
naturales, existirá el derecho que tendrán todos los individuos de castigar a
los transgresores.
Ahora
bien, dado que no existen unas penas objetivas establecidas, el hombre
ofendido, el hombre al que un semejante le ha usurpado alguno de sus derechos,
deberá aplicar la justicia por su cuenta y, obcecado por el furor momentáneo,
puede dejarse llevar por el deseo de venganza y aplicar castigos excesivos.
Además, nadie le garantiza que en su defensa personal pueda realmente
aplicarlos, dado que el transgresor puede ser más fuerte que él.
En
consecuencia, el estado de naturaleza es incompleto: le falta un poder
moderador que regule la aplicación de la ley natural. Para suplir estos
inconvenientes, estas carencias de la sociedad primitiva, el hombre decide
vivir en sociedad, en una sociedad política organizada. Pero, dado que los
hombres son por naturaleza libres, el paso del estado de naturaleza a la
sociedad organizada no puede operarse sino por el consentimiento mutuo de
individuos libres. Así, los hombres deciden dotarse de unos organismos que
velen por la preservación de los derechos naturales y dicten las normas (leyes)
precisas para que en esta sociedad política puedan vivir libremente.
La
legitimación del poder, del estado, vendrá dada exclusivamente en razón del
libre consentimiento de los hombres. Al constituirse en sociedad y formar un
gobierno, éstos pueden ejercer directamente el poder (mediante un sistema de
democracia directa), o bien pueden elegir unos representantes y delegar su
poder en un cuerpo legislativo (Parlamento) encargado de elaborar las leyes que
garanticen el cumplimiento de los derechos naturales
Locke
y el Empirismo: Locke formuló la ideología que acompañaba a la ciencia
newtoniana, lo que favoreció que la actitud empirista formara parte del sentido
común de la gente educada. La misma actitud antidogmática conformó las
influyentes ideas de Locke respecto a la tolerancia religiosa: como resulta tan
difícil saber qué es la verdad, argumentaba Locke, a la gente se le debería
permitir, en la medida de lo posible, creer lo que elija creer.
La
afirmación central de Locke respecto al conocimiento es que no existen las
ideas innatas. Con ello pretende afirmar dos cosas: la primera es que es
preciso incorporar las creencias a través de la experiencia del mundo. La
segunda es que, cuando uno nace no tiene conceptos en la mente. Muchos
filósofos habían asumido que los conceptos más básicos, como la idea de que una
cosa es idéntica a sí misma, formaban parte del mecanismo pensante de la mente.
Locke argumentó que incluso esos conceptos tenían que ser adquiridos: al nacer,
la mente es una tabula rusa, una pizarra en blanca.
En
su Ensayo sobre el conocimiento humano (1689).. Locke proporcionó una serie de
razones para negar la existencia de las ideas innatas. Señaló que los niño,
asimilan los principios abstractos contenidos en conceptos básicos hasta que
alguien se los enseña. Los niños de dos años no dicen que «cada cosa es
idéntica a sí misma» o «que cuatro ángulos rectos forman una circunferencia
completas. Tampoco los recién nacido» parecen albergar en su mente ningún tipo
de concepto porque, de hecho, no parecen pensar.
En
cuanto ¡ideas sobre las propiedades de los objetos, como su forma, peso y
solidez, Locke argumentaba que en la mente de los adultos sofisticados se
producen complejas combinaciones de ideas. La idea de una forma triangular, por
ejemplo, se basa, en parte, en el aspecto que tiene diversos objetos
triangulares vistos desde distintos ángulos; en parte, en la sensación que
producen, y en parte, en la experiencia de caminar por rutas triangulares. Sólo
combinando todo lo interior la persona puede hacerse una idea de lo que es un
triangulo.
Fuentes
de conocimiento Así, si no hay ideas en el momento de nacer, ¿de dónde
proceden? La respuesta de Locke es que la mente tiene capacidades innatas para
adquirir ideas a partir de la percepción del mundo externo y de la reflexión
sobre si misma y sus contenidos. De modo que, al cabo de muy poco tiempo en el mundo, el niño tendrá lo
que Locke llamaba »impresiones», que son las ideas más simples producidas por
la sensación y la reflexión. La sensación produce un tipo de impresiones, como
los tonos de los colores de las cosas, y la reflexión proporciona una Impresión
del propio yo. Si se combinan ambos tipos de impresiones se pueden elaborar
ideas complejas, como las que se tienen sobre los objetos físicos y sus
propiedades. Un niño puede combinar ideas simples como gris» y <longitud»
con ideas de forma y solidez para obtener la idea más compleja de un elefante y
de un tronco, y formarse así la creencia (a la que Locke también llamaría idea)
de que los elefantes tienen tronco. De esta manera, los ricos contenidos del
pensamiento se construyen a partir de elementos simples que se reciben
pasivamente mediante la percepción y la reflexión.
PERCEPCIÓN
Y EXPERIENCIA: John Locke, filósofo del siglo XVII, sugirió experimento
interesante. Así es como él lo explicó: «Suponga que un hombre nació ciego, que
ahora es adulto y que se le enseña a distinguir un cubo de una esfera mediante
el tacto... Suponga que a continuación que se pone el cubo y la esfera sobre
una mesa y que al hombre ciego se le hace ver. La pregunta es si mediante la
vista, antes de tocar las figuras, podrá distinguirlas y decir cuál es el cubo
y cuál es la esfera. Locke evaluó los posibles resultados de la siguiente
manera: «Soy de la opinión de que el hombre ciego no podría decir con certeza
cuál es la esfera y cuál el cubo con solamente verlos; aunque podría
reconocerlos inequívocamente mediante el tacto...."
En
la década de 1960 se llevó a cabo este experimento tras operar a personas que
tenían cataratas. Los resultados sólo fueron parcialmente favorables a Locke.
Al recuperar la vista, la gente suele poder diferenciar formas simples con muy
poco entrenamiento. No obstante, estas personas nunca consiguen utilizar sus
ojos al cien por cien. La vista requiere una coordinación con los demás sentidos que puede ser imposible de
adquirir en la edad adulta.
Cualidades
primarias y secundarias
Según
la descripción que Locke hizo de la percepción percibir es tener ideas, que son
aspectos de la mente. Locke mantenía que ciertas ideas concuerdan con las
propiedades de los objetos reales: la extensión (longitud), la figura (forma),
el movimiento u reposo, y el número; éstas son las <cualidades primarias».
Otras percepciones —como color, sonido, sabor, etc.— no mantienen dicha
concordancia: son las «cualidades secundarias». Se suele que las cualidades
secundarias son rasgos reales de las cosas, pero esto, para Locke, era una
ilusión. Decir que «la hoja es roja» sólo significa que «la hoja parece roja a
los seres humanos». De modo que Locke pensaba que en Esta visión satisface el
lema empirista de que «todo procede de la experiencia».
En
cierto sentido, el empirismo de Locke era menos extremo que el de muchos otros
empiristas, pues él no creía que las razones existentes para aferrarse a las
creencias procedieran exclusivamente de la percepción. Más bien afirmaba que,
una vez que uno tiene incorporada la idea de un triángulo y del número tres, si
reflexiona sobre esas ideas puede llegar a saber que todos los triángulos tienen
tres lados. Locke consideraba que el conocimiento adquirido por medio de la
reflexión no se limita al mundo físico.
En
una reflexión sobre qué es lo correcto y lo equivocado se puede llegar a
conclusiones importantes, como que la crueldad está mal. No obstante, hay
algunas cuestiones a las que nunca se les dará respuesta y que forman el núcleo
de muchas disputas religiosas: no se puede probar, por ejemplo, que el alma es
inmortal o que una u Otra forma de religión es correcta. Esto condujo a Locke a
pensar que, dado que hacía falta cierta uniformidad de creencias para mantener
la armonía social, los ciudadanos deberían creer en la existencia de Dios y
conocer suficientemente la doctrina cristiana para garantizar la moralidad.
Propuso que los otros asuntos religiosos se dejaran a la conciencia del
individuo. realidad las hojas no son verdes ni rojas, y los alimentos no son
dulces ni amargos.
.............................................................................................................................................................
4 ) TEORIAS DEL EMPIRISMO JHON LOOCKE .
Se
conoce como empirismo la doctrina filosófica que se desarrolla en Inglaterra en
parte del siglo XVII y el siglo XVIII, y que considera la experiencia como la
única fuente válida de conocimiento, mientras que niega la posibilidad de ideas
espontáneas o del pensamiento a priori.. Sólo el conocimiento sensible nos pone
en contacto con la realidad. Teniendo en cuenta esta característica, los
empiristas toman las ciencias naturales como el tipo ideal de ciencia, ya que
se basa en hechos observables.
Para
esta doctrina, el origen de nuestros conocimientos no está en la razón, sino en
la experiencia, ya que todo el contenido del pensamiento ha tenido que pasar
primero por los sentidos.
"Nuestra
mente es un papel en blanco y sólo al contacto de los sentidos con las cosas
empieza a grabar impresiones".
No
es nada fácil distinguir el empirismo del escepticismo, ya que sus fronteras
son comunes. El más exigente de los empiristas modernos, David Hume, se declara
escéptico.
"Para
el empirismo, la tesis del racionalismo, de que existen ideas innatas, es
totalmente inexacta". Pues si fuera así no tendría ninguna razón de ser el
aprendizaje, y todas las personas estaríamos de acuerdo en las mismas verdades.
El
empirismo "simultáneamente intenta reducir la razón a la sensibilidad y
demostrar que el conocimiento sensible es el único conocimiento válido."
Una
de las actitudes que mantienen los empiristas, a pesar de sus diferencias en
cada autor, es insistir en los hechos, en oposición a las utopías teóricas, así
como a las fantasías y a las interpretaciones especulativas.
Por
parte del empirismo, el progreso ha consistido en ampliar y profundizar su base
hasta encontrar en algunas experiencias una forma de llegar a la metafísica. El
extremo opuesto al empirismo es el racionalismo, que cifra todo conocimiento en
el puro pensar.
Representantes:
Tomas
Hobbes
Hobbes
(ampliar
imagen)
De
origen inglés, nacido en 1588, hijo de un pastor rural. Estudia en Oxford y
allí conoce la filosofía escolástica, que no logra interesarle. Su estadía en
París, así como su contacto con varias personalidades filosóficas y científicas
fueron decisivas para la formación de sus ideas filosóficas. Fue secretario de
Bacon y testigo de la revolución y la restauración de su patria. Murió en 1679.
Sus
obras las escribió en latín y en inglés. De manera especial: De corpore, De
homine, De cive, y el Leviatán, su obra cumbre, en la cual sostiene en
filosofía el materialismo y el empirismo, en moral el utilitarismo y el
despotismo en la política.
Su
pensamiento
Según
Hobbes, hay dos clases de conocimiento: el conocimiento de hecho, que no es
sino "sentidos y memoria" y el conocimiento de la consecuencia que va
de una afirmación a otra que es propiamente ciencia.
El
conocimiento para Hobbes "se funda en la experiencia, y su interés es la
instrucción del hombre para la práctica." Su filosofía es empirista porque
parte de los fenómenos tal y cual como son aprehendidos por los órganos de los
sentidos.
"También
en la antropología de Hobbes domina el materialismo. El hombre es cuerpo;
entendimiento y razón no rebosan el sentido y, por tanto, entre hombre y animal
sólo hay diferencia de grado." (Ver, en Biografías: Hobbes, Tomas)
John
Locke
Locke
(ampliar
imagen)
Filósofo
inglés, nace cerca de Bristol en 1632 y muere en 1704. Estudió en Oxford
filosofía, medicina y ciencias naturales. Conoció la filosofía de Descartes.
Intervino en la política de su país.
Al
contacto con la escolástica en Oxford, al igual que Hobbes, no demuestra ningún
interés por ella.
Emigró
durante el reinado de Jacobo I, y participó luego en la segunda revolución
inglesa de 1688 [...] El empirismo encontró en él su expositor más hábil y
afortunado, y por su conducto dominó en el pensamiento del siglo XVIII.
La
obra más importante de Locke es "El ensayo sobre el entendimiento
humano", publicada en 1690. Escribió también obras de política,
"Tratado sobre el gobierno civil", "Cartas sobre la
tolerancia", y algunos pensamientos sobre la educación.
Para
Locke, el origen del conocimiento es la experiencia. Sobre ello, afirma:
"Todo cuanto la mente percibe en sí misma o es objeto inmediato de
percepción, de pensamiento o de entendimiento; a todo esto lo llamo idea."
Para él, idea es todo aquello que "pienso y percibo" o lo que en
nuestra época llamamos vivencia.
La
percepción puede ser de dos clases: "Percepción externa mediante los
sentidos o sensaciones, y percepción interna de estados síquicos o
reflexión." Estas dos operan juntas.
También
hay dos clases de ideas: simples y compuestas. Las simples llegan directas de
un solo sentido o de varios al mismo tiempo, así como pueden llegar tanto de la
sensación como de la reflexión, o juntas. Las ideas complejas son el resultado
de la actividad de la mente. Las ideas simples dejan huella en la mente, es
ésta la razón por la cual no pueden cambiarse. Las ideas complejas están
fundadas en la memoria.
"El
empirismo de Locke limita la posibilidad de conocer, especialmente en lo que se
refiere a la metafísica. Con él empieza esta desconfianza en la facultad
cognoscitiva, que culminará en el escepticismo de Hume y obligará a Kant a
plantear de un modo central el problema de la validez y posibilidad de un
conocimiento racional."
Algunos
filósofos han dicho que existen ciertos conocimientos en forma innata; es
decir, que están en nuestra mente y no son fruto de la experiencia. Pero, según
Locke, esto es una gran falsedad porque todo conocimiento se adquiere a través
del uso de las facultades naturales. (Ver, en Biografías: Locke, John)
George
Berkeley
Berkeley
(ampliar
imagen)
Nació
en las cercanías de Kilkenny (Irlanda), en 1685. Cursó sus primeros estudios en
su tierra natal, más tarde vino a América con el propósito de fundar un colegio
misionero en las Islas Bermudas. Cuando regresó a Irlanda fue consagrado obispo
anglicano de Cloyne en 1734; desempeñó su cargo hasta que renunció a él en
1752, retirándose a Oxford, donde murió al año siguiente. Fue enterrado en esta
ciudad, en la Catedral de Christ Church.
Sus
obras principales son: "Nuevos ensayos de una teoría de la visión",
"Tres diálogos entre Hylas y Filonús", "Principios del
conocimiento humano", "Siris".
Su
pensamiento
Berkeley
parte de la doctrina establecida por Locke. No cree en las ideas generales,
tampoco existe para él la materia. Aduce que "todo el mundo material es
sólo representación o percepción mía. Sólo existe el yo espiritual, del que
tenemos una certeza intuitiva".
La
filosofía de Berkeley es sorprendente en el sentido de que una formulación
abreviada de la misma la hace aparecer tan alejada de la concepción del mundo
del hombre corriente, que atrae inevitablemente la atención.
Los
objetos, según Berkeley, del conocimiento humano son o ideas impresas realmente
en los sentidos, o bien percibidas mediante atención a las pasiones y a la
operaciones de la mente o, finalmente, ideas formadas con ayuda de la
imaginación y de la memoria.
David
Hume
Hume
(ampliar
imagen)
Nació
en Edimburgo (Escocia) en 1711. Hijo de un terrateniente. En su juventud se
dedicó al comercio, pero luego se dedica a las letras y a la filosofía. A los
veintitrés años escribe su primer trabajo filosófico. Murió en 1776.
Sus
obras más importante son: "Tratado de la naturaleza humana",
"Investigación sobre el entendimiento humano", "Investigación
sobre los principios de la moral".
Su
pensamiento
El
punto clave del pensamiento de Hume reside en su teoría de la asociación de las
ideas.
Es
Hume quien lleva a sus últimas consecuencias la dirección empirista iniciada
con Bacon. Para él las ideas son copias borrosas y sin viveza de las
impresiones directas.
Según
Hume, tanto la percepción como la reflexión nos aportan una serie de elementos
que atribuimos a la sustancia como soporte de ellos. Pero no limita su crítica
a las sustancias materiales sino al propio yo.
Para
Hume, el conocimiento no puede llegar a alcanzar una verdad metafísica. Tampoco
acepta que existan ideas innatas, ya que todos los contenidos de la conciencia
provienen de la experiencia.
Discusiones
sobre el empirismo
Sobre
el argumento de Locke contra las ideas innatas, nos deberíamos preguntar, ¿qué
valor tienen los argumentos de Berkeley? Es posible que éste no haya conseguido
nunca formar una idea abstracta o que ni siquiera la hubiera conseguido, y que
simplemente se haya quedado en el mero plano de la imaginación.
Hume
tiene razón al sostener que el principio de causalidad no se puede reducir al
principio de identidad.
Sin
duda alguna, hay en el empirismo una verdad importante, que le brinda las
fuerzas necesarias para poder resistir los ataques del racionalismo y es que
afirma que el espíritu humano no tiene ideas innatas y que la experiencia es
indispensable.
De
otra parte, se considera que el defecto esencial del empirismo es el privar al
hombre de inteligencia y de razón, limitando todo el conocimiento a los meros
objetos concretos de la experiencia. "En esto es infiel a los datos más
claros de la experiencia. Pues es un hecho que el hombre es capaz de pensar las
esencias abstractas de lo sensible, de comprender que son cosas que ve."
El
empirismo lo único que ve en el conocimiento es el papel del objeto, y se
resiste a reconocer en el sujeto que es también esencial.
"Se
ha indicado a veces que para los empiristas modernos, los empiristas ingleses,
la mente es como una especie de receptáculo, en el cual imprimen sus huellas
las impresiones procedentes del mundo externo."
Empirismo
lógico
Se
considera al empirismo lógico como la corriente más influyente, ya que es ésta
la continuación del positivismo. El empirismo lógico está bastante influido por
la tradición filosófica inglesa del nominalismo y del empirismo.
El
empirismo lógico da un paso de mucha importancia, al reconocer juicios como
3+2= 5, que no se derivan de la experiencia. "Se llama empirismo lógico
porque presta gran atención a la lógica y a la matemática".
Actualidad
del pensamiento
La
diferencia más relevante entre las grandes corrientes filosóficas y los métodos
de conocimiento estriba en la importancia o no que le dan a lo físico, o en su
contraposición, a lo racional.
El
empirismo, o conocimiento como fruto de la experiencia, abre las posibilidades
para que el hombre se convierta en autodidacto de su propia vida. El hombre que
experimenta es un hombre que conoce, que despeja interrogantes, que descubre el
mundo. Cifrar toda la existencia en las experiencia vividas lleva, en gran
medida, a desconocer la historia y los planteamientos hechos hasta el momento,
porque así se tengan por establecidas cosas que pudieron ser fruto de la
experiencia, se puede concluir que lo vivieron otros hombres en otra época, en
circunstancias distintas, y hoy se puede experimentar de manera diferente y
llegar a otras conclusiones.
El
empirismo derriba con facilidad conceptos, visiones doctrinales, religiosas y
teóricas, reduciéndolas a nada, porque no son fruto de las sensaciones.
El
hombre de hoy definitivamente es muy empirista, y esto lo ha llevado a sentirse
protagonista de su propia historia, a descubrirse capaz, a valorarse y a creerse.
El poder experimentar y descubrir el mundo a través de los sentidos es mucho
más llamativo que hacerlo a través de lo que la tradición ha enseñado.
El
empirismo acaba con las prohibiciones, los dogmas, los métodos científicos
preestablecidos y se reafirma en la persona como sujeto capaz del conocimiento.
...................................................................................................................................................................
5 ) JOHN LOCKE PADRE DEL EMPIRISMO.
“...
cada hombre es propietario de su propia persona, sobre la cual nadie, excepto
él mismo, tiene ningún derecho. Podemos añadir a lo anterior que el trabajo de
su cuerpo y la labor de sus manos son también suyos. Luego, siempre que coja
algo y lo cambie del estado en que lo dejó la naturaleza, ha mezclado su
trabajo con él y le ha añadido algo que le pertenece, con lo cual, lo convierte
en propiedad suya.” LOCKE, Dos ensayos
sobre el gobierno civil, Espasa Calpe, Madrid, 1991: 223.
Durante
los siglos XVII y XVIII los métodos propios de las matemáticas y de las
ciencias experimentales fueron las bases respectivas que inspiraron, en Europa,
dos importantes sistemas de pensamiento: el
Racionalismo y el Empirismo .
Descartes
que, como se vio, fue el padre del primero creía que la fuente de todo
conocimiento era la razón humana. El pensamiento sería como el juez que
dictaminaba aquello que era verdadero o falso, pasando incluso por encima de lo
que detectaban los sentidos. La razón se concebía como independiente de la
experiencia sensible. Lo verdaderamente importante debía ser el adecuado
análisis teórico de las explicaciones y no la comprobación experimental de las mismas.
Sin
embargo, este planteamiento fue puesto en tela de juicio por los empiristas.
Para ellos la fuente del conocimiento no era la razón sino la acción del mundo
sobre la persona. Llegar a conocer algo dependía de la experiencia de los
sentidos, de la verificación práctica y no sólo de la argumentación teórica. Si
para los racionalistas las ideas eran innatas y se originaban en el ámbito de
la conciencia, para los empiristas las ideas se adquirían por medio de los
sentidos. John Locke fue el primero en negar la existencia de las ideas innatas
y en afirmar que la conciencia del ser humano está vacía hasta que no recibe la
información que le llega de la experiencia. Por eso se le considera el impulsor
del empirismo inglés, el gran apóstol del espíritu liberal o el Aristóteles de
los tiempos modernos que, con su exaltación del conocimiento sensible, cambió
de forma radical la historia de la filosofía y de las ciencias sociales.
Desde
la comprensión racionalista del hombre, como ser dotado de una razón innata
mediante la cual interpreta el mundo y la realidad, resulta que el individuo
dependería más de la herencia que del ambiente en que se ha formado. La
sociedad sería el resultado planificado de la voluntad de los hombres por vivir
en comunidad. La personalidad individual no dependería tanto de la educación,
ni de las interacciones existentes en el seno de la comunidad, sino que sería
algo congénito anterior a las relaciones sociales. Pero en una concepción así,
¿cómo podía explicarse el desarrollo progresivo de la personalidad en el niño?
¿de qué serviría la educación? ¿sería posible, desde el racionalismo, conciliar
la autonomía del individuo con la maduración paulatina de su inteligencia y
carácter?
John
Locke respondió a tales preguntas por medio de su teoría sensualista, afirmando
que las impresiones o sensaciones externas que se van acumulando en las
personas a lo largo de la vida, constituyen el punto de partida para que el
pensamiento perfile y conforme el espíritu del hombre. De esta manera Locke abrió
la puerta al estudio científico del ser humano. Su método de búsqueda, en el
fondo, no era tan opuesto al del racionalismo sino que recogía las aportaciones
de éste. La vía de las ideas se complementaba con la de la experiencia. Tanto
la sensación (experiencia externa) como la reflexión (experiencia interna) se
conjugaban para constituir la fuente del conocimiento humano. De esta manera se
formaría la personalidad sin que la sociedad tuviera sobre ella una influencia
decisiva.
Si
Hobbes sostenía que el hombre es malo por naturaleza -como se vio- y Rousseau
afirmaba más tarde que el hombre era naturalmente bueno, para Locke el estado
natural de libertad e igualdad en que el ser humano fue creado sería perfecto
todavía en el presente, siempre y cuando los individuos se condujeran de manera
racional. Pero como esto no es así, el hombre se vuelve peligroso necesitando
una ley y una organización política que resuelva eficazmente tal situación. Es,
por tanto, el egoísmo de los individuos el que anula la libertad y la razón. Si
el ser humano no atropellara los derechos de sus semejantes no habría necesidad
de legislación, las leyes divinas bastarían porque el legislador último es
Dios. No obstante, la realidad de tantos conflictos y enfrentamientos obligaba
a que fuera el Estado quien garantizara los derechos de los ciudadanos.
La
razón del hombre era tan importante para Locke que incluso la fe cristiana
necesitaba de ella. En efecto, si la fe es el asentimiento dado a cuestiones
que no vienen demostradas por la razón sino que dependen del crédito que se
concede a quien las propone, en cuanto persona inspirada por Dios, entonces la
fe se fundamenta en la revelación y es la razón humana quien pone límites a la
fe. Sólo la razón permitiría decidir acerca del valor de la revelación en la
que el creyente deposita su fe. De manera que con Locke asistimos a la plena
racionalización de la fe, hasta el punto en que fe y razón vienen a ser
sinónimos.
Influido
probablemente por el platonismo, el padre del empirismo partió de tres certezas
iniciales para proponer la existencia de una ciencia moral demostrativa. Locke
aceptó la realidad de la existencia del ser humano, así como la de Dios y la
evidencia de la verdad matemática. El hombre tendría conocimiento de su propia
existencia gracias a la intuición; de la presencia de un Dios creador, a través
de la demostración; y de las demás cosas, por medio de la sensación.
Con
relación a Dios, Locke recurrió al argumento de que la nada no puede producir
nada, por tanto, si existe el universo es porque lo ha producido un ser
poderoso y eterno.
A
partir de tales ideas, como fundamento del saber humano y como inspiradoras de
las normas de conducta, llegó a afirmar que la moral se podría situar dentro de
las ciencias demostrativas. En este sentido escribió:
“La idea de un Ser Supremo, infinito en poder,
en bondad y sabiduría, cuya obra somos y del cual dependemos, y la idea de
nosotros mismos como seres racionales, capaces de entendimiento, estando como
está tan clara en nosotros, proporcionarían, supongo, si fueran debidamente
consideradas y proseguidas, tales fundamentos de nuestro saber y de las normas
de nuestras acciones, que podrían colocar la moral entre las ciencias
susceptibles de demostración.” (Locke, Ensayo sobre el entendimiento humano,
Ed. Nacional, Madrid, 1980: 2, 18).
Partiendo
de tales conceptos, Locke dedujo todo un conjunto de derechos fundamentales de
la persona que serían anteriores a la formación de la sociedad política. Los
hombres y mujeres creados por Dios serían poseedores de derechos tan básicos,
como el derecho a la vida, a la libertad y a la propiedad privada, entre otros.
Tales derechos individuales tenían que ser respetados y salvaguardados por el
Estado a fin de promover el bien, la convivencia y el respeto mutuo. Siguiendo
este camino pronto tropezó con el poder absoluto de ciertos reyes que, con
demasiada frecuencia, hacían caso omiso de tales derechos o los violaban
impunemente. Locke se opuso a los argumentos de sir Robert Filmer, el pensador
absolutista más destacado del momento, que fue muy apreciado por los seguidores
del rey Carlos II y llegó a tener una gran significación política. Filmer
afirmaba que el poder absoluto de los reyes se fundamentaba en la Biblia.
En
efecto, según él, del libro del Génesis se podía deducir que Dios concedió a
Adán toda la tierra para que éste la sometiera y fuese su soberano absoluto. El
primer hombre habría recibido poder de mando sobre Eva y sobre toda su
descendencia. Tal facultad, reforzada por el mandamiento de honrar a los
padres, habría sido transmitida al hijo primogénito y así a los varones mayores
de generación en generación. Este sería, por tanto, el origen del poder
monárquico absoluto. Pero de tales ideas podía deducirse fácilmente que los
hombres no eran libres por naturaleza ya que venían al mundo sujetos a la
autoridad de los padres, todos nacerían esclavos de sus progenitores, excepto
el primer Adán; que los reyes estaban por encima de las leyes, puesto que al
ser su poder otorgado por la ley de Dios, no habría ley humana que pudiera
limitarlo y, en fin, que la monarquía era el mejor sistema de gobierno ya que
había sido instituido por Dios. ¿Cómo era posible extraer tales conclusiones de
la Escritura?
Locke
criticó en su Primer Ensayo sobre el
Gobierno civil los argumentos empleados
por Filmer, señalando que Dios no entregó la tierra a Adán para que él fuera su
único propietario sino que la otorgó como patrimonio a toda la humanidad. Tal
legado no fue sólo para el hijo mayor sino para todos los hijos, ni tampoco el
poder absoluto podía derivarse de una herencia exclusivista en la línea
sucesoria de Adán. De manera que el Estado no debía entenderse como una
creación divina especial, en la que el poder absoluto del gobernante quedase
fundamentado en la primera monarquía de Adán, sino que por el contrario había
que concebirlo como una creación humana, hecha a partir de la libre voluntad de
hombres iguales entre sí. Esto implicaba que las personas no nacían esclavas de
nadie, ni de sus progenitores ni tampoco de los gobernantes, sino libres para
poder decidir y responder de ellas mismas. Refiriéndose a los escritos de
Filmer, Locke señaló:
“Y no creo que esperen que los hombres
racionales e imparciales se vean atraídos hacia esta opinión, ya que este su
gran doctor en el tema, en un discurso compuesto con el propósito de establecer
el poder monárquico absoluto de Adán, en contraposición a la libertad natural
de la humanidad, ha aportado tan pocas pruebas, que lo más natural es pensar
que hay pocas pruebas que presentar.” (Locke, Dos ensayos sobre el gobierno
civil, Espasa Calpe, Madrid, 1991: 60).
En
su Primer Ensayo John Locke manifestó que en la Biblia “lo
único que se le concede a Adán es la propiedad y no se dice una palabra de la
monarquía”, por tanto la teoría del origen divino de los reyes, tal como la
defendían sir Robert Filmer, la iglesia anglicana y era utilizada por el
partido realista de los Tories en sus contiendas doctrinales, carecía por
completo de justificación bíblica. Para convencerse de que el poder absoluto
era malo sólo había que leer la historia y comprobar que “el hombre que es
insolente y peligroso cuando habita en las selvas de América, no mejorará gran
cosa si lo sentamos en un trono” (Locke, 1991: 269). La monarquía absoluta, o
el poder total del soberano, serían intrínsecamente malos porque anularían la
libertad original con que fue creado el ser humano.
...................................................................................................................................................................
VIDEO DEL EMPIRISMO. .
excelente información
ResponderEliminar